Un cribado adecuado es el primer componente a considerar como parte de un sistema eficaz de tratamiento de aguas residuales. Los tamices pueden eliminar eficazmente los sólidos gruesos y reducir el total de sólidos en suspensión (TSS) y las grasas, aceites y lubricantes (FOG) de las aguas residuales. FRC diseña sistemas para aprovechar el bajo consumo de energía y el pequeño espacio que ocupan los tamices para proteger y prolongar la vida útil de los equipos posteriores más costosos. El enfoque de ingeniería de FRC reconoce que cada aplicación es única y diseña una solución específica para sus necesidades individuales.

Nuestras cribas de tambor rotativo con alimentación interna están disponibles en forma de alambre de cuña soldado plano o de placa perforada, con aberturas que suelen oscilar entre 0,010" (250 micras) y 0,1" (2.540 micras), según la aplicación, el caudal y la naturaleza de los sólidos. El diámetro de la criba puede alcanzar las 80", con longitudes de hasta 180" en una sola criba. Nuestras cribas incluyen un diseño de caja de cabecera a medida, recintos de protección contra salpicaduras, ruedas de muñón, sistema de accionamiento, barra de pulverización, engrasador de cadena automático y bastidor de base.